sábado, 10 de diciembre de 2011

23:30

Aquella noche todas las sirenas habían salido a saludar a Manderlayh .No pudieron  verla puesto que ella volaba en brazos de un pirata.
Esa noche arriaron las velas de la venganza, y cogieron rumbo al oeste,siguiendo el camino de baldosas de agua salada.
Y cuando ya se encontraban lejos,muy lejos…sobre el mar.Manderlayh sonreía al ver la ciudad iluminada buscándola sin éxito.
Como en uno de sus mejores sueños,veía anclas y algas exportadas de Japón que crecían como árboles desde las profundidades del mar.
Él era como el caucho sobre las aguas y ella,musa de brazos largos y cuerpo escamoso, le susurró al oído que la soltara.
Él entendió que  tenía que hacerlo.Ella se escondería en algún lugar donde su electricidad no pudiera volver a hacer daño.
En el fondo del mar.

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